domingo, 13 de mayo de 2012

Ponernos en el lugar de nuestra ex pareja.

Siempre que platico con personas que son dejadas, escucho las versiones precisamente de eso, de las personas que son dejadas. Escucho una y otra vez (con mucho gusto claro) las historias de gente malvada al otro lado del mostrador. Gente que se presenta como los villanos de la historia, aquellos que sin sentimientos nos dejaron y maltrataron, sin duda y sin temor hicieron pedazos nuestros corazones. Sin embargo, siempre me pareció algo extraña toda esta situación, es como si algo no encajara. 


Al paso de los meses en esta profesión tan gratificante como es ayudar a la gente a sobrellevar el dolor, me dí cuenta que este sentimiento se mantenía en cada caso. Claro, en algunos caso más intenso y en otros mas leve. Era el sentimiento que me despertaba el no poder saber la versión de la otra parte, me imaginaba a mi mismo escuchando la misma historia pero desde los ojos de quién dejó. ¿Cual sería la causa por la cual dejó a esta persona? ¿Donde estaba el error? No podía saberlo a menos que escudriñara un poco la mente del dejador, pensé que el experimento me llevaría a saber los motivos del dejado, pero en lugar de ello me llevo a ponerme en el estómago de los que se van.


Quizá pasaron meses o años pidiendo cambios, quizá no supimos escuchar, quizá solo evitábamos salir de nuestra zona de confort y no sufrir, claro que al final esto nos trajo un sufrimiento mucho mayor. Puedo ver con claridad las motivaciones de las personas que dejan, pero no puedo ver con claridad las razones de los dejados por las cuales no pueden soltar. Lo que puedo pensar es que el mismo motivo por el cual el que se va, se fue, está relacionado con el motivo por el cual es que se queda no puede olvidar. Las personas dejadas no son aprensivas, tristes, depresivas y un poco inestables por casualidad; esto, desde antes de la ruptura este tipo de comportamiento se desarrollaba pero de otra forma, regularmente con forma de indiferencia o inacción ante la solicitud del que se va.  


Antes de continuar con nuestra cruzada por recuperar a nuestra pareja, debemos intentar hacer un ejercicio que me parece muy útil para estos casos:

Siéntete en el estómago de tu ex, no intentes ponerte en los zapatos de ellos o ellas, ponte en el estómago y siente lo que sintió cuando la ruptura, no me vengas con la tontería de que no sienten o no sintieron, porque aunque podría ser una posibilidad,no es lo más común, por lo que seguramente nuestras ex parejas se sintieron muy mal y al igual que nosotros sufrieron de una manera muy dolorosa. Imagínate, el dolor de tener que decir a la persona con la que has pasado los últimos, meses, años o lustros adiós... ¿te imaginas? debe ser muy difícil, tener que decirle que lo o la amamos, pero no podemos quedarnos. ¿Qué podríamos hacer para que esta persona no tomara la determinación de dejarnos?  ¿cómo culparlo de tener el valor de irse y no continuar con este martirio para ambos? Podríamos decir que fueron cobardes, pero debemos también tomar en cuenta cuanto tiempo lucharon antes de tomar la decisión. Entonces, lo lógico es que no nos enfrasquemos solo en nuestras razones, claro que existen muchas en las que estaremos en lo correcto, pero no en todas y por lo general estarán en el rango del 40 al 60%  las veces en las que estemos en lo correcto. Por lo que cada vez que tengas el recuerdo de algún problema o discusión con tu ex, detén la imagen y colócate en el estómago de tu pareja (que es el órgano que resiente más las emociones) y trata de sentir con sus sentimientos y con sus pensamientos. Trata de evitar cualquier tipo de auto conmiseración y no te pongas como la víctima. Mejor intenta ejercitar la ecuanimidad, por medio del ejercicio del " prohibido el yo" y mira las cosas con el estómago de tu ex, te sorprenderá cuantos errores cometiste que ni siquiera te habías percatado que cometiste.



Les comparto la liga de mi libro "Superarlo o morir" 

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1 comentario:

  1. Es verdad hice el ejercicio y debo reconocer que propicie, a que tomara una decisión: dejarme. Coincido en que uno sólo toma el papel de victima, y en el caso de entender, ya fuera de tiempo esos errores, que cometimos los dejados. ¿Hay alguna posibilidad o recomendación para mostrar el arrepentimiento?

    Quiza por eso prometemos cambiar, en mi caso, haciendo un analisis profundo de mis "agresiones", pero ¿es inutil cuando la pareja ya se fue? Aprendi, pero me gustaria estar con ella, comprendiendo su postura, haciendole ver que me he analizado mucho tambien.

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